Cada vez son más las empresas que deciden dar el paso y levantar su propia infraestructura, pero desconocen por completo los pasos a seguir para hacer realidad su zona de trabajo. Por ello, es fundamental conocer primero cuál va a ser la actividad a desempeñar en el interior antes de proceder a la construcción de naves industriales.
La actividad repercute en el tipo de nave, en su dimensión y en el emplazamiento específico que esta debe tener.
Pasos previos
Dependerá de los materiales empleados, pero, en su gran mayoría, no será excesivamente costoso, ya que se suelen utilizar elementos prefabricados. Resultará de gran ayuda dibujar un plano Layout que esquemáticamente marcase la distribución del interior.
Es importante visitar previamente a los técnicos municipales del Ayuntamiento al que pertenezca el terreno para recibir todos los permisos oportunos, no solamente por cuestiones de patrimonio o medioambientales, sino también porque deberán guardarse unas distancias específicas con otro tipo de instalaciones.
Algunas de las normas más relevantes a tener en cuenta para la construcción de naves industriales son el Código Técnico de la Edificación (CTE), el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT) o reglamentos de protección de instalaciones contra incendios, entre otras.
Además, es importante valorar la obtención de ayudas o subvenciones que nos faciliten la implantación de nuestro negocio.
El proceso de construcción de naves industriales
La construcción de naves industriales inicia con el desbroce del solar, es decir, en el acondicionamiento del terreno para posteriormente cimentarlo. Eso sí, será necesario contar con las autorizaciones y conocimientos de la naturaleza del suelo pertinentes.
La cimentación suele basarse en la apertura de riostras y zapatas para construir una base sólida que transfiera el peso de la estructura al terreno. En dichas riostras y zapatas se colocarán estructuras rígidas de hormigón en masa, con planta rectangular. De este modo se alcanzará una combinación muy sólida.
El siguiente paso será levantar la estructura, que suele estar basada en vigas de acero colocadas de forma estratégica. A partir de aquí, podemos encontrar vigas diferentes en función del uso de la nave (tubular, pretensada, celosía, perfil de alma llena…).
El cerramiento en la construcción de una nave industrial se basará en paneles de hormigón o de tipo sándwich (lana de roca, PIR, PUR, PLUS…) que suelen combinarse diferentes materiales que aporten tonalidades, iluminación y sensaciones variadas.
Con respecto a la cubierta, esta podrá ser una cubierta metálica simple conformada por chapas metálicas de acero galvanizado, una cubierta metálica de panel de sándwich, una cubierta con chapa inferior fijada a la estructura o de tipo Deck (fusión de chapa, aislamiento y lámina impermeabilizante). En función de nuestra actividad y de la climatología del emplazamiento de la nave industrial, elegiremos una cubierta de mayor o menor espesor.
Tampoco podemos olvidarnos de las instalaciones comunes de cualquier edificio industrial como el agua potable, las acometidas de saneamiento y las instalaciones eléctricas de baja tensión (luz y acometidas eléctricas).
Tipos de naves industriales
Las naves pueden ser de estructura de acero, cuya construcción es más rápida y permite espacios más luminosos y sin pilares en su interior. Pueden ser de hormigón prefabricado, cuya construcción es más rápida y sencilla, aunque su iluminación es más limitada debido a que no alcanzan una gran altura.
De igual modo existen de hormigón ‘in situ’, que se utiliza en la construcción de naves industriales más económicas y con menor iluminación, aunque permiten subestructuras en su interior. También podemos destacar las de tipo mixto, que combinan las estructuras de acero y hormigón, así como gran variedad de geometrías, lo cual supone un ahorro económico considerable.
El precio
El coste de la construcción de naves industriales dependerá de los materiales empleados y del coste de estos en el mercado. Por ello, es importante realizar un anteproyecto industrial con todas las características funcionales, constructivas y económicas de nuestra obra y, a partir de ahí, pedir presupuesto a diferentes empresas.
El tiempo
El periodo medio de construcción de una nave industrial es de tres meses, si esta es de pequeña envergadura, pudiendo llegar, así, hasta los seis u ocho meses en caso de tratarse de naves industriales de mayor tamaño.