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Pasos a seguir para garantizar una construcción sostenible

Construcción sostenible, qué es y cuáles son sus certificaciones

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Existe una idea interiorizada en el mundo de la arquitectura de intentar cambiar los métodos tradicionales en la realización de los edificios, desde la elección de un terreno hasta los recursos naturales, energéticos y materiales que usamos. Una premisa en pro de los nuevos proyectos es que, además de preservar la estética y la economía, tengan en cuenta la sostenibilidad medioambiental. Hablamos de la construcción sostenible.

La construcción sostenible no sólo afecta a los edificios de obra nueva, sino que también está presente en la rehabilitación y demolición de antiguas construcciones. Algunas empresas están abogando por el conocimiento del ciclo de la vida del proyecto y por cuantificar el impacto de la huella de carbono antes de poner la primera piedra. Y es que, la economía circular ha llegado para quedarse, pero sin perder ni el comfort ni la viabilidad económica de los nuevos proyectos.

La concienciación no debe ser únicamente de la empresa constructora, sino también de las industrias que se encargan de fabricar los materiales de obra. También influirán los nuevos consumidores de esos edificios, pues el posterior uso de los sistemas de climatización y el consumo de agua y energía generarán un gran impacto medioambiental.

Principios de la construcción sostenible

  1. Elección del terreno. Deberá tener en cuenta el ecosistema local y el uso de energía que supondrá su obra, uso y mantenimiento.
  2. Concienciación energética. Una construcción sostenible es aquella que apuesta por estrategias de bioconstrucción, energías renovables y eficiencia energética. De igual modo, tiene en cuenta el impacto medioambiental y económico que supone bombear, transportar y tratar las aguas potables y residuales.
  3. Reciclaje. Una construcción sostenible debe tener en cuenta la reutilización de los materiales a lo largo de su ciclo de vida, desde su diseño hasta el derrumbamiento. De este modo, se evitará el uso de materiales tratados con compuestos químicos tóxicos.
  4. Bienestar. Los edificios de construcción sostenible otorgan gran importancia a la creación de estancias confortables y saludables. Priorizan la iluminación natural, la ventilación, el rendimiento térmico y acústico y el mantenimiento de unos niveles de humedad adecuados.
  5. Garantía de futuro. Se velará por prevenir futuras incidencias al reducir los gastos de energía y recursos derivados de las reparaciones, creando edificaciones duraderas.
Construcción sostenible: así lo realizan los profesionales

Las claves

Analizamos cuáles son los elementos básicos a tener en cuenta en una construcción sostenible:

  • Materiales: deberán ser sostenibles o con un alto porcentaje de reciclado. Aquí entran el bambú, la piedra, el vinilo o la madera en detrimento del PVC, el hormigón u otros aditivos químicos. También existen alternativas ecológicas a las pinturas tradicionales. Lo importante es elegir materiales de proveedores locales para reducir la emisión de gases de efecto invernadero ligados al transporte.
  • Energías renovables: una construcción sostenible se tiene que valer de energía solar o fotovoltaica para su construcción y posterior mantenimiento. Aquí podríamos incluir la optimización del agua, tanto a nivel de consumo como de los vertidos durante la obra. Se podría instalar una red separativa entre las aguas grises y negras en las viviendas, recirculando el agua de duchas, fregaderos e inodoros como método de ahorro.
  • Sistemas energéticos eficientes: es importante aumentar la eficiencia de los sistemas de climatización con la ayuda de prácticas como: suelo radiante, aerotermia, ventilación de doble flujo, sensores de luz, sistemas de control del consumo energético, calderas sin combustibles fósiles, sistemas de control de humedad y CO2 o el diseño bioclimático de la edificación teniendo en cuenta la orientación solar.
  • Rehabilitación de edificios: la construcción sostenible siempre priorizará la reforma de las viviendas existentes antes que levantar nuevas estructuras que generen impactos ambientales.
  • Gestión de residuos y emisiones: poner en marcha las 3R (reducir, reutilizar y reciclar).
  • Formación de los trabajadores: es esencial en cualquier construcción sostenible, ya que si no están concienciados de las buenas prácticas ambientales difícilmente las ejecutarán.
  • Huella de carbono: es importante calcular el impacto que tendrán los materiales y técnicas que empleemos en nuestra construcción sostenible, analizando el ciclo de la vida de nuestro edificio y qué impactos podría tener desde su levantamiento hasta su demolición.

Certificaciones internacionales de edificios sostenibles

  • Leadership in Energey & Environmental Design (LEED): evalúa el diseño, construcción y mantenimiento del edificio en función a ocho criterios: ubicación y transporte, emplazamiento, ahorro de agua, eficiencia energética y emisiones, materiales y recursos naturales, calidad del aire interior, innovación en el diseño y prioridad regional. Existen cuatro niveles de clasificación: Certificado, Plata, Oro y Platino en función de los puntos adquiridos.
  • Building Research Establishment Environmental Assessment Methodlology (BREEAM): analiza el impacto que tienen las fases del diseño, construcción y uso de la edificación según diez categorías: gestión, mejora en términos de salud y bienestar, eficiencia energética, transporte, ahorro de agua, materiales, gestión de residuos, uso ecológico del suelo, contaminación e innovación. La puntuación podrá ser: aprobado, bueno, muy bueno, excelente y excepcional.
  • Verde: considera siete puntos clave (diseño de la construcción, integración social, energía y atmósfera, calidad del ambiente interior, emplazamiento, recursos naturales e innovación) y la puntuación varía del 1 al 5. Ha sido creada por la Asociación Green Building Council España (GBCe).
  • WELL Building Standard: se centra en garantizar el bienestar físico y social de los usuarios. Por tanto, para esta, una construcción sostenible puede obtener más o menos calificación en función de siete categorías: aire, agua, nutrición, luz, ejercicio, confort y mente.

Una apuesta de futuro

En España se aboga por las construcciones sostenibles poniendo en marcha políticas de transición ecológica como la Ley 7/2021 de 20 de mayo sobre cambio climático y transición energética, así como las normativas autonómicas que regulan que luchan contra el cambio climático.

En ella se recogen apartados específicos de la construcción sostenible en pro de reducir la huella de carbono (artículo 8) y de poder optar a licitaciones públicas (artículo 31).

Empresas como Media Caña están plenamente concienciadas con el concepto de construcción sostenible.

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