Materiales de obra pública, ¿cuáles son?

El progreso de una ciudad depende, en gran medida, de lo que los gobiernos inviertan en las mejoras técnicas de infraestructuras y obra pública. Al destinarse una partida presupuestaria a la construcción de carreteras, puentes, estaciones de autobús o metro, aeropuertos o parques, se estará apostando por la calidad de vida de sus ciudadanos.

En España, y bajo la regulación del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, se trabaja incipientemente en numerosas obras públicas. La normativa específica que controla este tipo de edificaciones y mejoras es la Ley 3/2007, de 4 de julio sobre Obras Públicas. Con ella se supervisa la seguridad y la calidad de los proyectos, los materiales y las obras ejecutadas.

Materiales necesarios

En las construcciones de obra pública, al depender de los organismos públicos, siempre se apostará por los mejores proveedores, materiales y empresas de construcción. Suelen ser materiales naturales o no procesados (como el vidrio o la madera) y sintéticos, es decir, que han sido fabricados en un entorno industrial tras muchas manipulaciones humanas (plásticos o pinturas con base de petróleo). Pero, ¿cuáles son los más comunes en la obra pública?

Cemento, grava y arena: Son esenciales en toda obra pública. De ellos surgen los morteros y los hormigones. Los materiales áridos, como la grava y la arena son los más comunes en la construcción de esta tipología de edificaciones.
Ladrillos y bloques: Pueden presentarse en diferentes tipologías y materiales, en función de la obra de la que se trate, aunque los más comunes son los ladrillos de arcilla, hormigón y cerámica.
Adoquines: En la pavimentación de suelos en obra pública suelen ser muy comunes esta tipología de grandes bloques de ladrillo, más presentes en las calles céntricas de pueblos y ciudades, pero también en jardines.
Hierro: Debido a su dureza, resistencia y maleabilidad, se ha convertido en un indispensable en la construcción de obra pública.
Yeso: Es una pasta sólida de gran resistencia obtenida al mezclarse con agua, lo cual la convierte en indispensable en cualquier proyecto público.
Aluminio: Presenta una gran ligereza, resistencia y maleabilidad, lo cual lo hace ideal para la construcción de ventanas, puertas, marcos, rejas y escaleras.

A todo ello habrá que sumarle la correcta utilización de impermeabilizantes, puesto que están expuestas a las condiciones adversas de la intemperie.

¡Estos son los materiales para una obra pública que necesita un buen profesional!

Agentes de obra pública

Promotor: Será el órgano de administración que planifica y programa las obras públicas, proyecta y tramita los proyectos y construye, dirige e inspecciona su puesta en marcha. El organismo promotor seleccionará a un gestor o empresa gestora para que redacte los proyectos y siga su ejecución y resolución de incidencias.
Proyectista: Es la persona física o jurídica que redacta los estudios y proyectos en función con la normativa técnica vigente. Puede ser empleado del promotor o ser un profesional externo contratado para la obra pública.
Director de obra: Es aquella persona u organismo que dirige la ejecución del proyecto. Deberá contar con una elevada cualificación y formación. Podrá ser un empelado del promotor o gestor, o bien un profesional externo contratado para dicha obra pública.
Empresa constructora: Es la que asume el compromiso de ejecutar la obra y pone en marcha los recursos humanos y materiales necesarios para efectuarla. El delegado de obra será la persona responsable de la empresa constructora y estará en contacto directo con el director de obra. Además aparece la figura del coordinador de seguridad y salud en el trabajo (centrado en materia de riesgos laborales).
Otras instituciones: Otros agentes que aparecen en las obras públicas son las oficinas de supervisión de proyectos (que se ajustan al artículo 24 y a la legislación sobre la contratación pública) y los laboratorios de control de calidad (que realizan ensayos de materiales, sistemas e instalaciones).