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Construcción residencial: así se realiza

Las claves para una construcción residencial perfecta

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La pandemia ha traído consigo el descenso en el crecimiento exponencial de la venta de viviendas e incrementándose, por tanto, el alquiler.

No obstante, y a pesar de los elevados índices de inflación que soportamos en la actualidad, en España existe una mentalidad asociada a la necesidad de comprar una vivienda propia, a diferencia de otros países. En octubre de 2021 se registraron 8.388 compras de viviendas de nueva creación.

Construir una casa es invertir en nuestro futuro. Por todo ello, debemos optar siempre por hacernos con los mejores materiales, la maquinaria más eficiente y el personal más cualificado en lo que a las construcciones residenciales se refiere.

Antes de comenzar una construcción residencial

Para iniciar cualquier proyecto de construcción residencial no debemos olvidar la solicitud de los permisos de obra oportunos en el ayuntamiento, así como de informar a los vecinos de nuestra comunidad del inicio de éstas.

Es importante no empezar la casa por el tejado, es decir, tener un proyecto perfecto y detallado elaborado por un arquitecto. De este modo, lograremos conocer todas las necesidades técnicas e incluso adelantarnos a los imprevistos antes de empezar el proceso de construcción.

Claves para la realización de una correcta construcción residencial

La importancia de los materiales

En el mercado existen infinidad de productos óptimos para las construcciones residenciales. No obstante, existen algunos que son imprescindible como el hormigón, resultado de la fusión de agua, arena y grava o piedra machacada. Es muy económico y resistente, además de versátil, pues puede incorporarse a cualquier parte de la vivienda (paredes, suelos, estructuras, tejados…).

Otro clásico son los ladrillos para levantar la estructura de la vivienda. Los ladrillos para muros portantes más recomendables son los King Kong. Tienen 18 huecos (perforaciones verticales), sus medidas generalmente son: 9 cm de alto, 13 cm de ancho y 24 cm de largo. Por su parte, los ladrillos óptimos para los tabiques son los de pandereta, que miden 12cm de ancho, 10 cm de alto y 23 de largo. En el caso de los techos usaríamos ladrillos de 30 cm de ancho por 30 de largo, dependiendo su altura del grosor del techo (oscilan entre los 12 a 20 centímetros).

Los materiales orgánicos empelados son la madera, el bambú o el corcho, especialmente si se busca una construcción duradera y ecológica. El corcho es el más económico, pero también el que más limitaciones presenta. El acero será empleado en la estructura de la vivienda y en los revestimientos exteriores, aunque es más caro. No obstante, aportará modernidad y estética.

Materiales como el mármol, la pizarra, el granito o la caliza también se suelen emplear para revestir fachadas o crear detalles concretos. Eso sí, su precio es algo más elevado que otros. En cuanto a materiales sintéticos empleados en las construcciones residenciales destacan el PVC, el asfalto, el metacrilato o el policarbonato. Son materiales muy económicos y resistentes.

Factores influyentes en una construcción residencial

A la hora de iniciar la construcción residencial deberemos tener muy claro el presupuesto con el que partimos y a partir de ahí seleccionar los mejores materiales.

También será importante conocer el clima del lugar en el que vamos a levantar nuestra vivienda, pues no es lo mismo levantarla en un lugar con fuertes vientos y mucha humedad a otro de clima cálido y seco. En el caso de construir cerca de la costa, precisaremos de materiales que requieran de poco mantenimiento como, por ejemplo, el acero.

Fases del proceso de construcción

El primer paso para iniciar una construcción residencial perfecta será la preparación del terreno y los cimientos. Habrá que nivelarlo, hacer la excavación del pozo y el sótano, si se requiere, y aplicar el impermeabilizante.

Después se colocará la estructura de la obra gruesa, es decir, el esqueleto de la casa. Aquí se incluyen los revestimientos de madera, la instalación de puertas y ventanas exteriores y el recubrimiento de las paredes aislantes. Después se colocarían las tuberías, el cableado, los ductos de aire acondicionado y calefacción, las cavidades para las tomas de corriente y el cableado para telefonía y televisión.

Una vez concluida la instalación de plomería y sistema eléctrico, se procedería a la instalación del asilamiento y de láminas de yeso y texturas interiores con pinturas y otros acabados.

El último paso supondría la colocación de detalles interiores (puertas, patio, escaleras, baldosas, pisos de madera, piezas de baño y elementos de la zona de jardín).

La maquinaria

La maquinaria más común empleada en las construcciones residenciales son los equipos auxiliares (taladros, martillos eléctricos…) y equipos de corte. A esto se le suman los equipos de hormigón, carretillas elevadoras, máquinas de compactación, excavadoras y maquinaria de movimiento de tierras.

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